Aunque el mundo cambie y todo evolucione, hay cimientos que considero deben estar siempre solidos, para el logro de la salud de la familia.
Lo primero es el amor, cada miembro de la familia debe sentirse querido y valorado. El amor, la responsabilidad, el respeto y el compromiso con la pareja son esenciales para que el bebe, que ingresa al seno familiar, sienta un ambiente vibratorio de luz y aceptación por ambos padres. Los padres van evolucionando con el tiempo, lo que implica crecimiento constante, para ambos, la comunicación entre ambos es esencial, el aclarar malos entendidos, cuando los haya es importante para una mayor salud mental, además el informarse constantemente, que es lo mejor para la evolución y crecimiento del bebé, cuales son sus sentimientos, que le gusta más, que le duele, etc., es decir tratarlo desde el principio como un ser sensible y preparado para aprender y sentir, hablarle y explicarle a su nivel , tomarlo en cuenta, lo que va aumentando su autoestima, su forma de relacionarse, sus valores Obvio entre los padres es importante el amor, el respeto mutuo y la voluntad de ir mejorando personalmente , hacer autoevaluación, desarrollo personal , mejorar la comunicación, la paciencia y el equilibrio entre trabajo y familia.